Hay canciones que levantan piedras que pesan muchísimo, piedras que se habían convertido en montañas y que solo eran un accidente más del paisaje. Momentos, lugares, olores, sabores…
Hoy he vuelto a subir aquellas montañas. A pararme para admirar el paisaje y disfrutar de la cima, respirar hondo y gritarle al mundo mi nombre. A recordar aquellas tardes donde el tiempo, infantil y burlón, nos engañaba y aceleraba su respiración hasta que la noche nos sorprendía. A dormir pegados, donde tus sueños se entrelazaban con los míos y que me hicieron dudar mas de una vez cual de los dos estaba soñando. A despertar y con la música de tus besos y morderme los labios todo el día pensando en ese momento. A quitar tus cabellos de mi almohada los cuales me atrapaban a la cama impidiéndome levantarme cada mañana y a extirpar aquel olor que grabé a fuego en mis entrañas.
Solo se de ti lo que tu me cuentas, se de ti lo que me hablan tus ojos, ¿realmente llegué a saber de ti?
No tienes nombre, o quizás tienes demasiados. No recuerdo tu cara, o no por lo menos como yo querría hacerlo, y aún así anoche volví a soñar contigo, ¿lo sabías?
No creo que vuelva a subir esta montaña, pero tengo grandes recuerdos, gracias por el viaje. Gracias.
0 comentarios:
Publicar un comentario